Si Nelson le compra al hijo un asiento o medio equipo sería la única manera de que pudiera regresar a las pistas, ya que después del Singapurgate y el accidente provocado, Piquet está en la lista negra del automovilismo. Su padre, como tantos otros empresarios y algún multimillonario, ha puesto el ojo en los equipos más débiles, los que pueden estar con apuros para seguir adelante, para plantar allí su dinero y sus exigencias, lo que no pueden hacer con los grandes.
Hay mucho escepticismo sobre los nuevos equipos, sobre si serán capaces de seguir adelante después de que la FIA los dejara tirados. Al principio les prometió que el tope de presupuesto para todas las escuderías sería de 35 millones, lo que les igualaba algo más a los grandes, y luego tal tope lo explotó la FOTA, con lo que se quedaron con el pie cambiado, ya que no pueden competir con los grandes bolsillos.
La propia FIA no confía en los tres nuevos y por eso abrió el abanico a uno más, como fue Lotus, y dejó a Sauber de suplente. Curiosamente Campos Meta sale de los mejor parados por ahora, pues Adrián fue el más hábil al no complicarse la vida a la hora de construir el coche encargándoselo a Dallara.
Y Dallara está cumpliendo. Prácticamente es el único fabricante que está en conversaciones avanzadas con McLaren Technologies para el suministro de los materiales electrónicos necesarios y obligatorios para todos para recogida de datos, control de la ECU, etc.
"Dallara es el único que sabe de qué habla cuando pide informaciones sobre lo que han de llevar los coches de 2010", comentan en McLaren, "el resto, muy despistados (Manor) y de los otros (USF1 y Lotus), sin noticias", afirman.

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