Otro accidente similar al de Massa con peor suerte

Felipe Massa puede dar gracias por haberse recuperado tan rápidamente del terrible accidente que sufrió durante la calificación del pasado Gran Premio de Hungría de Fórmula 1. El piloto brasileño está avanzando a pasos agigantados en su rehabilitación y los plazos para su vuelta a los circuitos parecen reducirse cada día que pasa.

Seguramente, Massa volverá a los circuitos mucho antes de lo que los propios médicos pronosticaron en un principio -mientras, el 'Kaiser' Schumacher ocupará su lugar- y con la única secuela de la cicatriz que ha dejado en su rostro la pieza del coche de su compatriota Barrichello, orígen del accidente.

Pero si hay alguien en el mundo de la Fórmula 1 capaz de ponerse en la piel del brasileño de Ferrari es el austríaco Helmut Marko, ingeniero asesor del equipo Red Bull, quien el 2 de julio de 1972 sufriera un accidente muy similar al de Massa.

El actual responsable del programa de desarrollo de jóvenes pilotos de Red Bull, corría con un monoplaza del Marlboro BRM en el trazado galo de Charade (también conocido como Clermont-Ferrand), durante el Gran Premio de Francia de 1972, cuando el coche que rodaba por delante suyo, el March del italiano Nanni Galli, pisó la grava y lanzó una lluvia de piedras sobre sus predecesores con tan mala suerte de que una de ellas fue a parar a un ojo de Marko.


Adiós a la Fórmula 1

El piloto austríaco, conocido ya por haber alcanzado en 1971 uno de sus mayores logros como ganador de las 24 Horas de Le Mans, firmaba su segundo año en el mundial de Fórmula 1 y vio truncada su carrera en la Fórmula 1. Su ojo no superó el impacto (impresiona la ver la foto de cómo quedó su casco) y Marko tuvo que despedirse, muy a su pesar, del mundo de las cuatro ruedas.

Dejó de correr, pero no abandonó las ganas de seguir implicado en la Fórmula 1. Hace unos años, Helmut Marko abandonó los dos hoteles de los que era propietario en Austria para ejercer de director de la escuela de pilotos más generosa y al mismo tiempo exigente del mundo: la de Red Bull.

Mano derecha del propietario de la exitosa marca de bebidas energéticas, Dietrich Mateschitz, poca gente en España conoce el carácter y la naturaleza de Marko. Su personalidad quedó fuertemente marcada por aquel frustrante accidente, lo que acabaría por convertirle en un 'profesor' terriblemente duro en lo psicológico, en lo personal y en lo deportivo.